Como en muchos otros lugares del país,
los festejos durante la Semana Santa son muy significativos para los habitantes
de Xochimilco. La fecha se establece según el ciclo lunar, ya que el Domingo de
Pascua debe ser el posterior a la primera luna llena después del equinoccio de primavera.
Así que con base en esta medición temporal inician los festejos de la Semana Santa,
de la misma manera como se realizan los festejos a la Virgen de los Dolores del
barrio de Xaltocán, celebración que merece una mención aparte debido a la
magnitud de su festejo.
En Xochimilco se
realizan festejos previos y posteriores a la Semana Santa, uno de ellos es la
tradicional celebración de la Flor más bella del ejido, que se realiza el
Viernes de Dolores, festividad de la que ya se ha escrito mucho y posee popularidad
a gran escala; sólo preciso mencionar que el ambiente se torna festivo con el
paseo de canoas alegóricas adornadas con flores naturales y originales diseños
que compiten por obtener los mejores lugares; cada uno de los embarcaderos
participa con una canoa, además el concurso es abierto a otras delegaciones, de
las cuales sólo ha participado en los últimos años la de Iztacalco, y no en
balde, ya que en diversas ocasiones ha obtenido los primeros lugares por sus
magníficos diseños implementados; con esta situación pueden recuperar su
orgullo después de que Iztacalco haya sido el lugar donde se originó esta
tradicional fiesta. Asimismo, hasta hace algunos años participaban otras
delegaciones como Iztapalapa, Tláhuac, Coyoacán, entre otras.
Posteriormente se
elige a la Flor más bella del ejido, así como al capullo de primavera y a la
flor de la tercera edad. Es importante mencionar cómo las familias preparan a
las jóvenes y niñas para su participación en el certamen, ya que les ayudan a
preparar sus discursos, les mandan a hacer su vestimenta, y el día de la
elección se desplaza toda la familia a la explanada delegacional a echar porras
a su mejor postora, lo cual realizan con pancartas, altavoces, chicharras,
tambores y hasta cohetes.
Los festejos previos
a la Semana Santa continúan el Domingo de ramos, día que arriban a Xochimilco artesanos
de Guerrero y Puebla a vender palmas a la parroquia de San Bernardino. En
algunos barrios y pueblos se acostumbra realizar una representación de cuando
Jesús entró a Jerusalén montado en un burro, en algunos lugares incluso la
realizan con un burro de verdad, el cual parece no estar muy contento con su
participación en el evento, disgusto que manifiesta con rebuznos y nula
disposición a caminar, sin embargo la representación se lleva a cabo de
cualquier manera.
El Jueves Santo
se convierte en un día de algarabía para los habitantes del centro de Xochimilco,
ya que se realiza la visita de las siete casas y la mayoría de las capillas de
barrio son adornadas con altares de Dolores. En las plazuelas se acostumbra
regalar agua de chía a todas personas que hacen su recorrido. También se
establecen personas que venden matracas y muñecos tradicionales como las Lupitas o Charros y Judas con
cohetes. Asimismo son muy populares las enormes matracas del barrio de San
Antonio que cualquiera puede probar su destreza tratando de hacerlas girar.
Multitudes recorren los barrios para admirar los altares adornados, tomar agua
de chía y convivir con los vecinos que encuentran en su paso.
El Viernes Santo
prácticamente en cada barrio se lleva a cabo el Viacrucis, en algunos se realiza
con una representación actuada, como es el caso del barrio de Xaltocán, donde
participan hasta romanos montados en caballos y la crucifixión se realiza
dentro de la iglesia.
El Sábado de
Gloria, como en muchos lugares, es habitual que las personas acostumbren
mojarse. La laguna de Tezhuilo es el punto de encuentro para muchos vecinos de
los barrios de Xochimilco, principalmente del de La Santísima Trinidad;
acostumbran llegar en sus propias canoas acompañados de sus familias para
realizar un día de campo y meterse a nadar al canal. También queman Judas monumentales que los habitantes
del barrio elaboran con meses de anticipación, así como los toritos que se
queman dentro de las chinampas. Por la tarde todos regresan a su barrio, donde
se lleva a cabo un tradicional baile y la quema de más Judas.
El Domingo de
Pascuas se acostumbra la quema de Judas
en el barrio de La Asunción, donde queman varios Judas monumentales elaborados por los habitantes del barrio, muchos
de ellos personalizados de políticos, como forma de manifestar su enojo contra ellos.
Asimismo se quema una multitud de toritos que corretean a quienes se les pongan
enfrente, nunca faltan las personas quemadas por un cohete o el vidrio roto de
una casa, sin contar a toda la gente que termina mojada con un cubetazo vertido
desde la azotea de una casa o por la pipa de agua que es usada para bañar a
todos los presentes. En otros barrios también se ha vuelto costumbre la quema
de Judas y toritos pirotécnicos.
Hace varias
décadas, el Lunes de Pascuas concluida la misa en la parroquia de San
Bernardino de Siena, desde el coro aventaban pétalos de amapola sobre los
feligreses, era una lluvia de pétalos que hacían un gran tapete florido en el
suelo. Y según lo comenta el cronista Rodolfo Cordero, las fuentes de las
plazuelas estaban llenas de agua con pétalos de amapola con bastantes kilos de
semilla de chía; en los barrios donde no había fuentes, llevaban trajineras
llenas de agua con semillas de chía. Y en la plazuela del barrio de San
Cristóbal se hacía una gran kermés y baile popular al que acudían de todos los
barrios de Xochimilco. En 1939 se prohibió el cultivo de amapolas, pero en el
barrio de San Cristóbal, hasta la fecha se sigue recordando el Lunes de las amapolas con una pequeña
feria, puestos de antojitos y baile popular.
Estos
son algunos de los aspectos más importantes que se realizan antes, durante y
después de la Semana Santa en Xochimilco. Algunas personas salen de vacaciones,
pero la mayoría se queda en sus barrios a celebrar esos días con sus vecinos y
familias, sin dejar de disfrutar la comida que se acostumbra en esas fechas, como
los romeritos con mole rojo, la sopa de alverjones, tortitas de coliflor, entre muchos
otros platillos que se preparan durante la Semana Santa.
Texto y fotografías: Miguel Ángel Alemán Torres
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