29/5/09

Realidad cotidiana de las y los jóvenes de Xochimilco, formas y espacios de expresión juvenil


Los jóvenes de la delegación Xochimilco debe conocer sus raíces sin dejar de lado la historia inmediata; es clara la importancia de este conocimiento profundo, primero porque es producto de un desarrollo cultural de siglos, y segundo, porque en los últimos cien años su contexto se ha transformado de manera tan acelerada que las identidades se han redefinido, no sin antes negarse y renegarse.
Hace poco veía una programa viejo de Aquí nos tocó vivir, creo que era de 1992, con Cristina Pacheco. La edición estaba dedicada a Xochimilco, a lo largo de la media hora que duraba la entrevista vimos a un funcionario delegacional hablando de las bondades del Plan Rescate Xochimilco y de los cambios positivos de la modernidad: es decir, de la expropiación, el abandono del campo para dar paso al llamado ecoturismo, la apertura de vías de comunicación como el Periferico, entre otras cosas. Una pregunta final resumiría su postura, Pacheco pregunta ¿y los jóvenes como viven estos cambios? A lo que el funcionario contestaría que los jóvenes eran muy tradicionales, que participaban activamente en los rituales que estaban más vivos que nunca, que les gustaba hacerlo y ya. No abundó y no tenía que hacerlo, pero es que aquí nunca ha habido punks, ni concheros, ni snobs, ni darkis, ni emos (ahora), ni nada. No los ha habido (no los quieren ver, pues en su imaginario y el de muchos) porque no hay espacios declarados para ellos. En los barrios warriors “los de adentro” se organizan tocadas dos veces por semana, pero eso no es cultura prehispánica ¿entonces no es cultura?. Recordemos que Xochimilco es “el reducto de lo que Tenochtitlán era”. Estas imaginerías han contruído mundo a tal punto que lo que no se parezca se niega, desde los cotos de poder hasta nuestro andar día con día.
Ahora, este ejercicio de reflexión me sirve para reconocer que existen subregiones dentro de esta localidad, lo que será útil para futuras investigaciones. Una vez hecha esta aclaración, me contendré solo en el Centro de Xochimilco (el centro histórico) y en los casos más nuevos de propuestas culturales de la delegación.
Pues bien, no hay espacios consolidados para la cultura. Punto.
Por la misma dinámica histórica de la localidad, la oferta cultural esta afuera, pasando el periférico. Quisiera pensar que en el mejor de los casos, lo que tenemos que hacer es cruzar la frontera, pero eso aquellos que tenemos intereses saciables por la oferta del resto de la ciudad. Y entonces nos topamos con un mundo que, por supuesto, no habla de nosotros. Es una película de amor, pero no del nuestro; es una obra de teatro de lo urbano, pero no de nosotros, es el mejor concierto de rock pero con letras generales. No reniego de lo artístico de lo humano en general, queda claro ¿verdad?
Y entonces ¿Qué hay de aquellos que se sacian dentro de estas fronteras? Debe haberlos. De vez en cuando un productor renta el Deportivo delegacional para ofrecer un duelo de bandas, Banda Machos versus Cuisillos. Es cultura también, y son eventos masivos. Estaba olvidando otra cosa: las fiestas patronales, las fiestas de pueblo, a la virgen, al santo, al barrio. Son espacios culturales que se sustentan (financieramente y logísticamente) bajo la forma de la mayordomía, es decir, aportaciones voluntarias y trabajo de gestión gratuito. La oferta va de la típica feria o el carnaval a conciertos de trios, bandas gruperas, grupos de baile de escuelas locales y últimamente (ya lo he visto varias veces) exposiciones de fotografía antigua. Hay fiestas todo el año, así la oferta dependerá de la cercanía del evento o de la relación familiar.
Otro ejemplo que revela la situación de cultura laica es un evento convocado por el autollamado Consejo de Jóvenes de la delegación Xochimilco. Vi los carteles anunciando el primer Foro de jóvenes etc etc, un escenario con mucha producción auguraba algo raro para la cotidianidad del Centro de Xochimilco. Pues resulta que el mentado consejo esta formado por la hija de la secretaria particular del delegado y el evento era organizado por su amiguitos de La Salle, el presupuesto era oficial de una partida que hay para jóvenes. Unas horas antes de empezar el evento, una pre-candidata tomó, junto a sus seguidores, el escenario aparatoso, colgó mantas y un violinista amenizaba el acto. Al parecer hubo una “confusión” con los permisos y ambos eventos estaban programados para el mismo día y el mismo lugar. Así las cosas.
Hay una calle de cafés, a lo Coyoacán, algunos de ellos incluyen exposiciones temporales y/o conciertos de trovadores y cerca del centro hay un cine (no es de una cadena, pero solo pasa cine comercial.Y como la mayoría de las cadenas tiene que comprar su material por paquete, es decir comprar “la buena” , la de estreno, junto a otras tres malonas que vende el distribuidor. Hay dos foros para obras de teatro o conciertos, que la mayoría de las veces los ocupan los festivales escolares o teatreros independientes que le venden sus funciones a las escuelas. No hay una cartelera fija. Hay dos Museos, el Museo Arqueológico local y el Museo Dolores Olmedo, con una gran diferencia de presupuesto y oferta cultural entre ambos.
Existe un área encargada de la cultura oficial, la Subsecretaría de Servicios Educativos y Culturales de la Delegación Xochimilco, quien se encarga de promover eventos en los pueblos y barrios, a través de ella se presentan los proyectos de la Secretaria de Cultura, a veces traen a músicos internacionales o funciones de cine en la explanada.
Los grandes proyectos de la última administración consistieron en la construcción y remodelación de grandes espacios para el “arte y la cultura”, no llevan más de seis meses, hay que esperar, pero para que avancen, hay que empezar ¿no? Ninguno de estos espacios ha (de)mostrado proyecto alguno o el interés de trabajar con los colectivos locales, ni de jóvenes ni de adultos ni de nada.
¿Y entonces qué? Las experiencias más novedosas retoman la calle, la organización comunitaria y las fechas rituales como le Dia de muertos o la fiesta del barrio como base para la oferta cultural, las plazuelas de los barrios se convierten en espacios para festivales de música, foros, exposiciones de fotografía, talleres, proyecciones de cine, entre otras cosas. Esos que organizan se ven jóvenes, no más de 35 ni menos de 15. Son diversos, y desconocen de empresas culturales, proyectos de financiamiento gubernamental,recaudación de fondos, contactos interdelegacionales, o internacionales. El trabajo es esporádico pero poco a poco se vuelve constante, los grupos se van conociendo por la sencilla razón de trabajar a la vista de todos, en las calles. Los nombres de esos grupo son nuevos,buenos y... reveladores, como este Xochimilco… no te mueras.
Un ejemplo de la situación general que quiero plantear en esta primera reflexión, es lo ocurrido el pasado fin de semana. Al menos tres eventos convocados por grupos independientes (sin nexos partidistas o religiosos), el punto es pensar porqué no hubo relación entre ellos, porque no nos hablamos, difundimos los eventos juntos, buscamos difusión conjunta, o nos apoyamos con lo que cada grupo tiene de especial. Los funcionarios de la cultura tampoco han buscado esta conexión, no es cuestión de hacer una crítica vacia se trata de proponer estrategias culturales en las que participemos todos los actores y se potencie el trabajo que ya de por sí es díficil llevar a cabo. Pensemos.
En un trabajo posterior hablaré sobre la forma de trabajar de los grupos que he identificado en los dos últimos años, por el momento, para quien no les conozca, de seguro a la vuelta se su casa hay unos muchachos que se reúnen a altas horas de la noche a organizar eventos tipo guerrilla, es decir, que amanece y un escuadrón de jóvenes monta, clava, conecta, habla, pinta etc. Sin la menor difusión previa, toma al gato por sorpresa.
Entonces, hay espacios pero no se presta ocuparlos, esta la calle, siempre la calle. Tiene sus implicaciones para organizarse, producir, gestionar. Los jóvenes nos estamos haciendo viejos otra vez.

Nadie nos ha preguntado, ni vamos a esperar para trabajar y proponer reflexiones sobre nuestra identidad con propuestas culturales y artísticas. Ahora pedimos no estorbar.
Haría una lista de los campos por explorar, como la artesanía, la educación artística, los espacios de encuentro para los productores culturales, para el disfrute, para la creación. Mecanismos de difusión local, un periódico o revista, una radio. En fin, ganas aún hay.
Ahora un poema para cuando el trabajo se hace difícil:

Dos de tres van dos
ni la sonrisa dura ni el dolor perdura
ni los tontos se mueren ni los listos aguantan
¿qué es esto Nezahualcoyotl?
tu sabiduría no venía con el billete de cien pesos.